Hace unas semanas pasé un fin de semana muy romántico en Roma. Pese a la lluvia, que nos recibió con fuerza, pudimos disfrutar de la ciudad eterna. Nunca había hecho un viaje pensado y hecho, siempre me gusta organizarlo con tiempo, mirar hoteles y buscar restaurantes de moda...pero esta vez el día antes, compramos billetes, y sólo cinco horas antes de coger el vuelo hicimos la reserva del hotel. No me acordaba que aunque hay muchos hoteles en Roma, hay muchísimos turistas, así que no fue tarea fácil.
No dejamos de pasear y de fotografiar lugares emblemáticos. Algo curioso fue ver la Piazza di Spagna, sin gente sentada, sólo vi paraguas! Me pareció muy curioso como la gente tiraba monedas en la Fontana di Trevi, ya no se lleva tirar una, ahora cogen un puñado de ellas y van tirando una a una, pidiendo deseos y sonriendo a la cámara.
Lo que pude leer en el avión en varios blogs, guías...es que la mejor pizza de Roma se encuentra en la Pizzeria Da Baffetto, dió la casualidad que escuché a varios pasajeros hablar de ello, así que no me lo podía perder. Nada más dejar las maletas, allí que nos fuimos! Nos avisaron en el hotel que siempre suele haber cola y que el sitio era muy casual, pero como llegamos tarde nos sentaron enseguida...
Y nos sentaron con una pareja de finlandeses, pudimos comprobar que es costumbre compartir mesa con desconocidos. El restaurante era pequeño, ruidoso, y bastante viejo...pero estaba llenísimo...no paraba de entrar y salir gente, al igual que las pizzas, cada 5 minutos salían y entraban del horno unas 10 pizzas. No sé porque pero desde pequeña me gusta ver como hacen las pizzas, así que tuvimos suerte junto a los finlandeses de sentarnos cerca del cocinero.
La pizzas estaban bien, normales...pero no para tirar cohetes, así que tampoco sé porque tiene tanta fama. Otro día encontramos un puesto de pizzas y estaban increíbles, la masa y el sabor riquísimos. Era al corte, estaba cerca de la Fontana di Trevi, se llama Pizza Planet.
Un sitio que nos encantó fue tomar el aperitivi en Salotto 42, ya sólo por estar en la Piazza di Pietra nos enamoró, su entrada es espectacular. Es un cocktel bar muy de moda, muy romántico. Con cada bebida puedes tomar todos los aperitivos que quieras y están riquísimos. Desde luego es un lugar con mucho estilo.
El fin de semana dio para mucho, pudimos probar muchos gelatos de San Crispino, ver el estilo italiano en vespas antiguas y probar una buenísima pasta en Piazza Navona, donde había un ambiente muy agradable todas las noches.
Y con Roma inauguró mi sección de viajes!
¿Qué más os gusta de Roma?
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